A menudo, se sugiere que un colchón se sustituya si tiene una antigüedad entre 5 a 8 años; sin embargo, el tiempo de vida de tu colchón dependerá enteramente del modelo, el uso y los cuidados que le hayas brindado.
Si no le has ofrecido los cuidados adecuados, es posible que tenga que sustituirlo en este margen de tiempo o incluso antes.
Además, hay algunos signos que pueden ocurrir a cualquier edad que indican que es el momento de reemplazarlo. Si encuentras que está mostrando cualquiera de los siguientes 10 signos, necesitas comprar un nuevo colchón.
Los colchones empiezan a estropearse con el paso del tiempo, dándote un sueño cada vez menos reparador. Cuando esto ocurre, empezarás a necesitar más horas de sueño para sentirte totalmente descansado.
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Si te levantas todas las mañanas con mocos, la nariz congestionada o dolor de garganta pero mejora a medida que pasa el día, puede que necesites un colchón nuevo. Después de un tiempo, tu colchón acumula alérgenos como el polvo, los ácaros del polvo y el moho que causan problemas a las personas alérgicas.
Cuando tu colchón es viejo, las fibras, los rellenos, las espumas y las espirales del colchón ya no lo sostienen como antes. La falta de apoyo hace que el colchón se vuelva inestable y se hunda. Cuando notes que se hunde, deberías considerar la posibilidad de comprar uno nuevo.
Al despertarte, tu cuerpo debería sentirse renovado y repuesto. Si te despiertas y te sientes como si hubieras estado en un combate de boxeo, tu colchón está en las últimas etapas de vida. Estos dolores se producen porque el colchón ya no es capaz de proporcionar alivio a los puntos de presión.
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¿Siente presión en la columna vertebral? El uso diario de tu colchón ha descompuesto los materiales que crean confort en tu cama, haciendo más difícil encontrar una posición cómoda para tu espalda. Cuando esto sucede, la cama creará más puntos de presión en tu cuerpo.
No poder dormir por la noche significa que tu colchón ya no sirve para tus necesidades. Aunque la falta de sueño podría estar causada por un problema de salud, si esto se ha descartado, prueba un nuevo colchón y comprueba si duermes mejor.
Los cambios significativos de peso pueden alterar la comodidad. Las personas más pesadas tienden a necesitar un nivel diferente de soporte para dormir con el fin de obtener un buen descanso nocturno. Por eso, hay que revisar las características de tu colchón cuando tengas un cambio de peso significativo.
Un colchón que envejece empieza a perder muchas de las características que te enamoraron de él. El aislamiento y la absorción del movimiento son algunas de esas cualidades que empiezan a perderse, haciendo más difícil que te quedes dormido cuando tu pareja se mueve mientras duermes.
La vida media de un colchón es de 5 a 8 años, pero puede variar en función de los materiales utilizados para construirlo. Si observas un desgaste notorio, o ya no te ofrece las cualidades por las que lo compraste en un inicio, significa que ha cumplido con su ciclo de vida y es el momento de buscar uno nuevo.
Una señal audible de que tu colchón ha envejecido y necesita ser reemplazado son los chirridos y crujidos. Una vez que tu colchón o somier comienza a hacer ruidos, puede ser el momento de empezar a buscar un reemplazo.
Para asegurarte de que tu colchón dure mucho tiempo, debes evitar algunas cosas. Aspectos como una base débil, comida y bebida en la cama, saltar o rebotar, y olvidar el mantenimiento de la cama deben ser evitadas. Si evitas estas cosas, tu colchón durará más tiempo.
No tener un soporte adecuado para tu colchón es la causa número uno del deterioro prematuro. Para tener un soporte adecuado debes utilizar el somier recomendado.
Puede ser difícil resistirse a un tentempié en la cama, pero es importante intentarlo. Comer y beber en la cama no sólo invita a los bichos, sino que también es responsable de las manchas y la acumulación de alérgenos. Para mantener tu cama en las mejores condiciones, evita comer y beber en ella.
Saltar en la cama puede tener efectos desastrosos. Aunque esta no se rompa debido a los saltos, cada uno de ellos ejerce una presión excesiva sobre el colchón. Cuando saltas en la cama se ejerce una fuerza extra que le resta años de vida.
Lo básico para el mantenimiento adecuado de un colchón es rotarlo o voltearlo, pasar la aspiradora y limpiar las manchas a medida que aparecen. Si te tomas el tiempo de realizar un mantenimiento adecuado, evitarás problemas como la formación de moho con el paso del tiempo.
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