Hay muchos factores que entran en juego cuando buscamos una buena noche de sueño: el colchón, la temperatura, los ruidos que distraen y la luz (o la falta de ella). Pero, ¿has considerado alguna vez que tu almohada es un factor importante? Tener el colchón adecuado es un buen comienzo para dormir mejor, pero si no tienes la mejor almohada, es posible que sigas dando vueltas en la cama tratando de ponerte cómodo.
Encontrar la almohada adecuada puede mejorar en gran medida tu calidad de sueño porque ayuda a tu postura al dormir. ¿Alguna vez te has levantado por la mañana y has dicho: «¿Debo haber dormido mal”, mientras tratabas de masajearte la nuca? A todos nos ha pasado en algún momento. Una buena postura al dormir te ayuda a descansar mejor y a despertarte sin esos dolores y molestias.
La almohada adecuada te ayudará a mantener la columna vertebral alineada mientras duermes (es decir, te ayudará con tu postura al dormir), independientemente de la posición en la que prefieras acostarte. Con una almohada que favorezca una postura saludable, el cuello, los hombros, la espalda y las caderas recibirán el apoyo que necesitan para que te despiertes sin dolor.
Aunque la elección de la almohada depende en gran medida de tus preferencias personales, encontrar la almohada adecuada también depende de la posición en la que duermes. ¿Duermes de espaldas, de lado o boca abajo? Esto determinará la cantidad de apoyo que necesitas de tu almohada.
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En el caso de las personas que duermen de espaldas, la almohada debe sujetar el cuello y la cabeza, pero no tanto como para que el cuello quede en un ángulo antinatural. Recuerda que quieres que tu columna vertebral y tu cuello permanezcan alineados mientras duermes, así que los que duermen de espaldas probablemente quieran una almohada de grosor medio, algo que no esté demasiado lleno, pero tampoco demasiado plano.
Si duermes de lado, la almohada debe sostener la cabeza en una posición neutral, manteniéndola alineada con la columna vertebral. Dado que el hombro soporta la mayor parte de la presión cuando se duerme de lado, es posible que desees una almohada más llena y firme para dar al cuello el apoyo que necesita y quitarle algo de peso al hombro.
Dormir boca abajo es la posición más estresante para la espalda y el cuello, por lo que muchos expertos recomiendan acostumbrarse a dormir en otra posición. Sabemos que no se pueden cambiar los hábitos de sueño de la noche a la mañana, así que, si duermes boca abajo, te conviene una almohada más blanda y con menos volumen. Esto te ayudará a mantener tu columna vertebral lo más neutral posible.
Mientras que la regla general para la vida de un colchón es de unos ocho años (a veces más si adquieres un colchón de calidad y lo cuidas), la almohada no suele durar tanto. Necesitarás una nueva almohada cada 18 meses aproximadamente, aunque una almohada de espuma viscoelástica bien hecha durará más, unos tres años. ¿No estás seguro de si ha llegado el momento de cambiar la almohada? Aquí tienes algunas formas de saberlo:
Revisa tu almohada. ¿Está manchada? ¿Tiene desgarros o agujeros? Al igual que el colchón, las almohadas acumulan piel muerta y sudor. Incluso pueden desarrollar moho). Si has respondido afirmativamente a alguna de estas preguntas, puede ser el momento de cambiarla.
Si pasa el examen físico, haz la prueba del pliegue. Al doblar la almohada por la mitad, ¿se mantiene doblada o vuelve a su posición original? Si se queda doblada, es probable que la almohada esté agotada, literalmente, y que haya llegado el momento de decir adiós.
Si tu almohada está llena de bultos, huele mal, es plana (o todo lo anterior), puede que sea el momento de mejorarla.
Hay muchas opciones de almohadas disponibles, así que cuando se trata de elegir la adecuada para ti, puede ser un poco abrumador. ¿Qué criterios debes tener en cuenta cuando intentas encontrar la almohada perfecta? Hemos desglosado algunos de los criterios más importantes a la hora de elegir una almohada para ayudarte a tomar una decisión.
Algunas opciones de relleno son la espuma con memoria, el relleno de poliéster, el látex, el algodón y la lana.
Una almohada de espuma viscoelástica o de látex será más pesada, mientras que una almohada sintética será un poco más ligera.
Aunque la cubrirás con una funda, querrás que la tela de tu almohada sea transpirable y duradera.
Las almohadas suelen tener dos tamaños: estándar y king. Para la mayoría de las personas, una almohada estándar es lo suficientemente grande, pero si prefieres algo más grande, una almohada king puede ser la adecuada para ti.
Una almohada de calidad durará más y te ayudará a dormir mejor. Una vez que hayas decidido el tipo de almohada que prefieres, investiga y lee las opiniones para elegir la almohada adecuada para ti.
Cuando estés preparado para mejorar tu descanso, no te olvides de tu almohada. Encuentra una con la combinación perfecta de confort y soporte para tu posición de sueño ideal y tus preferencias personales.
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