Comprar un colchón es una inversión importante para garantizar un descanso reparador y saludable. Sin embargo, una decisión cada vez más popular, sobre todo en espacios reducidos o bajo ciertas preferencias, es colocar el colchón directamente en el piso.
Aunque esta práctica puede parecer conveniente, trae consigo diversas desventajas que podrían afectar tanto tu salud como la vida útil de esta pieza. En este artículo, te mostraremos las razones principales para evitar el uso de un colchón en el suelo y las consecuencias que podrías enfrentar. ¡Comencemos!
Si pones tu colchón en el suelo, corres el riesgo de que se llene de moho. ¿Por qué? Porque no hay circulación de aire entre este y el piso. Como resultado, se crea una situación favorable para que el moho se acumule y se propague. Si vives en un clima cálido o húmedo, el problema puede ser aún mayor.
Además, cuando te acuestas en la cama y empiezas a transpirar, las células de la piel que desprendes se acumulan en la parte inferior del colchón. Esa humedad no tiene adónde ir y forma moho.
Cuando colocas un colchón en el piso, restringes la circulación del aire. Esto significa que el calor solo puede salir por la parte superior y los laterales, por lo que se acumulará en el colchón. Si sueles tener mucho calor durante la noche o sudar, esto puede interrumpir tu sueño.
La única excepción es si tienes pisos de madera o cerámica, ya que tu colchón no estará aislado en ese tipo de suelo y el calor se escapará más rápido.
Con un colchón sin base, es más probable que los insectos te invadan. No solo es más fácil que se arrastren sobre ti mientras duermes, también hay más posibilidades de que penetren en el interior del colchón.
Los suelos también están sucios y polvorientos. El polvo y los ácaros se acumulan con mayor rapidez en las camas que están en el piso. Si tu cama está elevada, no tendrás bichos dentro o sobre tu colchón.
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Las personas que tienden a pasar calor mientras duermen no son las únicas que deberían pensárselo dos veces antes de prescindir de la base de su colchón; quienes sufren alergias también deberían considerarlo. El polvo y los ácaros tienden a acumularse más rápido en un colchón que está en el piso que en uno que está sobre una tarima.
Dormir en un colchón ubicado en el suelo puede tener consecuencias negativas para la salud física, ya que se pierde el soporte crucial que brindan las bases de cama. Esto afecta la postura durante el sueño, provocando que la columna vertebral no se alinee de forma correcta, lo cual genera dolores de espalda y rigidez muscular al despertar.
Asimismo, la falta de estabilidad adecuada puede incrementar la presión en las articulaciones, empeorando condiciones como la artritis o causando molestias físicas generales.
Por otro lado, el contacto cercano con el suelo expone al cuerpo a temperaturas más frías, algo que podría resultar incómodo o incluso perjudicial para quienes son sensibles a los cambios de temperatura.
Desde un punto de vista estético y funcional, poner un colchón en el piso puede tener desventajas significativas. Esta disposición puede hacer que una habitación parezca más desordenada o menos acogedora, reduciendo la percepción del espacio.
También resulta poco práctico para personas mayores o con movilidad limitada, ya que dificulta moverse o levantarse. De la misma forma, se pierde el espacio de almacenamiento que muchas bases de cama ofrecen, eliminando una solución útil para guardar objetos y optimizar el uso del espacio en la habitación.
Ubicar el colchón en el piso puede acelerar su desgaste debido a la falta de soporte adecuado y una correcta distribución del peso. Las bases de cama están diseñadas para distribuirlo de manera uniforme, lo que ayuda a mantener la forma y estructura del colchón durante más tiempo.
Al no contar con esta base, este se ve sometido a presión constante en puntos específicos, lo que puede hacer que se deforme con más rapidez.
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Tener tu colchón en el piso puede aumentar el riesgo de resfriados y otros problemas respiratorios. El suelo tiende a ser más frío, y al estar en contacto directo con él durante toda la noche, el cuerpo puede enfriarse, sobre todo en estaciones frías o en ambientes con baja temperatura.
Este enfriamiento constante puede debilitar el sistema inmunológico y hacer que las vías respiratorias se irriten, lo que facilita la aparición de resfriados, tos o congestión nasal.
¡Ahora ya sabes por qué no colocar tu colchón sobre el suelo! Aunque ubicarlo de esta forma puede parecer una solución simple, las consecuencias para la higiene, la salud y su durabilidad son considerables. Para garantizar un descanso óptimo, es esencial invertir en una base adecuada, como las tarimas de cama de Paraíso.
Recuerda que el cuidado de tu colchón no solo prolonga su vida útil, también mejora mucho tu calidad de vida. Si estás considerando opciones para mejorar tu descanso, no dudes en investigar las mejores soluciones disponibles en el mercado.
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