La mala calidad de sueño en los niños afecta no solo su aprendizaje, sino también puede influir en su comportamiento e inclusive en su crecimiento físico. Los niños que duermen menos horas que las recomendadas para su edad tienen un crecimiento potencial menor.
“Para que un niño tenga un sueño de calidad es importante que sea regular, es decir que se acueste y se levante a la misma hora todos los días, siendo para ello muy importante establecer rutinas de sueño, como actividades que se llevan a cabo al momento de ir a la cama y antes de dormir. Una de estas rutinas que pueden emplearse es leerles un cuento”, nos comenta el médico neurólogo del Instituto Peruano de Neurociencias, David Lira.
“Además, de ser un excelente preámbulo para dormir, leer un cuento a un niño le facilita conciliar el sueño. Asimismo, los cuentos tienen muchas otras ventajas en el desarrollo del niño, ya que no sólo estimulan su imaginación al recrear en su mente escenas que están escuchando, sino también al oír y repetir palabras mentalmente, se estimula su vocabulario; así como fortalecer los vínculos afectivos entre el lector y el que escucha”, agrega el médico neurólogo.
Leerles un cuento no es la única manera de ayudarlos a conciliar el sueño, existen otras alternativas para que los más pequeños de la casa tengan el descanso que necesitan. En Paraíso te explicamos cómo mejorar la calidad de sueño de los niños.
Los niños en edad escolar necesitan entre 9 y 11 horas de sueño cada noche según la Fundación del Sueño de los Estados Unidos.
La mayoría de los niños tienen patrones que no cambian mucho, no importa lo que hagas.
Los niños madrugadores se levantarán temprano, aunque los acuestes más tarde, y los que se mantienen despiertos por las noches no se dormirán hasta que sus cuerpos estén listos.
Por eso, es importante que los padres trabajen con sus hijos para establecer una hora de dormir responsable, que les permita dormir lo necesario y despertarse a tiempo.
Es importante tener una hora de despertar basada en cuánto sueño necesita tu hijo y a qué hora se va a la cama. Los especialistas recomiendan crear una rutina para despertarlo, ya desde los años preescolares, para ayudar a prevenir el estrés de los padres en el futuro.
Y recuerda ser consistente con el horario, permitir que tu hijo duerma más tarde los fines de semana es generoso, pero podría resultar contraproducente a largo plazo.
Esas horas adicionales de sueño harán que su cuerpo se sienta cansado a la hora de dormir, pero si puedes intentar que la hora de acostarse y de levantarse sea la misma, dentro del mismo periodo, estarás haciendo la vida de todos mucho más fácil.
Las rutinas son especialmente importantes para los bebés, los niños pequeños y los preescolares. Los especialistas recomiendan que después de la cena, el resto de la noche incluya un juego ligero, baño, cepillado de dientes, un cuento para dormir, y luego a la cama.
Establece una rutina que sea reconfortante y relajante, estableciendo la atmósfera ideal para la hora de dormir. En poco tiempo, el cuerpo de tu hijo puede empezar a sentir sueño al principio de la rutina.
La melatonina es una parte importante de los ciclos de sueño. Cuando los niveles de melatonina están en su punto más alto, la mayoría de las personas tiene sueño y está lista para ir a la cama.
Sin embargo, la luz azul de una pantalla de televisión, teléfono o monitor de computadora puede interferir con la producción de esta hormona.
Ver la televisión, jugar videojuegos o usar un smartphone o computadora justo antes de irse a la cama mantiene a tu hijo despierto entre 30 y 60 minutos más.
Has del dormitorio una zona libre de pantallas o al menos asegúrate de que todas las pantallas estén apagadas cuando llegue el momento. Y mantén el teléfono en silencio cuando estés en la habitación de tu pequeño, o no lo lleves contigo.
En lugar de permanecer tiempo frente a una pantalla por las noches, los especialistas recomiendan leer un libro a tu hijo para permitir que su cerebro descanse.
Otra hormona que juega un papel importante en el sueño es el cortisol, también conocido como la «hormona del estrés». Cuando los niveles de cortisol son altos, el cuerpo de tu engreído no podrá descansar como se lo merece.
Mantén la calma en las actividades previas a la hora de dormir. Esto puede ayudar a evitar el exceso de cortisol en el sistema de tu hijo. Es fundamental reducir el estrés para facilitar el sueño.
Sábanas suaves, sombras que oscurecen la habitación y un silencio relativo pueden ayudar a tu hijo a diferenciar entre el día y la noche, facilitándole el sueño.
Crear un ambiente que induzca al sueño es importante porque prepara el escenario para el sueño al reducir las distracciones. Cuando una persona está tranquila, sin importar si es un niño o un adulto, no te distraes y puedes dormirte rápidamente y con menos ayuda.
Otro elemento fundamental para asegurar la calidad del descanso que un niño necesita es seleccionar el colchón adecuado. Si buscas un sueño confortable y reparador recuerda que en Paraíso tenemos una gran variedad de colchones para cada integrante de tu familia.
En Paraíso deseamos que duermas bien. Por eso, te ofrecemos los mejores productos para ti y tu familia. ¡Conoce nuestras ofertas en colchones, camas y dormitorios!