La postura desempeña un papel importante en la salud en general. Muchas personas pasan por alto la importancia de una buena postura al dormir, pero la forma en que duermen puede afectar su descanso y la manera en la que se despiertan de varias maneras, incluido su bienestar emocional y físico.
Por ello, en Paraíso no solo te ofrecemos los mejores colchones y camas del mercado, también queremos ofrecerte algunos consejos y posiciones para dormir con una buena postura, puedes empezar a mejorar tu forma de dormir y cómo te sientes cuando estás despierto.
Dormir de lado o boca arriba son las mejores posiciones para una buena postura. Cuando duermes boca abajo, tu columna vertebral no puede alcanzar una posición neutral, lo que provoca tensión en la espalda, el cuello, las articulaciones y los músculos. Si no eres capaz de ponerte cómodo de lado o de espaldas, puedes mejorar tu postura colocando una almohada o un cojín bajo la pelvis y la parte inferior del abdomen.
Aunque dormir de lado o de espaldas puede resultar extraño al principio si no estás acostumbrado, la mayoría de las personas son capaces de adaptarse rápidamente.
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Aunque adoptes las posturas adecuadas para dormir, puedes dañar tu espalda si utilizas un colchón que no te proporciona el apoyo adecuado. Después de unos siete años, la mayoría de los colchones se vuelven demasiado blandos (suaves) y abultados para permitirte dormir con un apoyo adecuado.
Si no estás preparado para comprar un nuevo colchón más firme, puedes mejorar el apoyo de tu colchón actual dándole la vuelta y colocando un apoyo adicional entre el colchón y el somier.
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La almohada y su uso pueden suponer una gran diferencia a la hora de adoptar una buena postura al dormir. En primer lugar, utiliza una almohada que no sea demasiado blanda o gruesa. Al igual que tu colchón, necesitas una almohada que te proporcione suficiente apoyo para que tu cuello permanezca en una posición neutral mientras duermes.
Asegúrate de mantener la almohada debajo de la cabeza y el cuello, en lugar de debajo de los hombros. Intenta evitar girar la cabeza y opta por una posición de espaldas o de lado que mantenga la cabeza recta.
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Antes de acostarte por la noche, camina por tu casa para relajarte. Si has estado sentado durante mucho tiempo, tu pelvis puede estar presionada hacia delante, lo que puede dificultar una postura adecuada por la noche.
Cuando te levantes por la mañana, haz algunos estiramientos ligeros. Aunque hayas utilizado las posiciones correctas para dormir para lograr una buena postura, estirar la espalda y rotar los hombros ayuda a mantener la postura a lo largo del día.
Del mismo modo que el sueño afecta a la postura diurna, la postura diurna afecta a los hábitos de sueño. Una forma sencilla de comprobar tu postura es colocar la espalda recta contra una pared. Los omóplatos y la parte posterior de la cabeza deben tocar la pared.
Si esto te parece poco natural, es posible que quieras empezar a ser más consciente de tu postura. Intenta ponerte en esa misma posición sin la pared.
Acostúmbrate a estar de pie, sentado y caminando con la cabeza alta y los hombros hacia atrás. Utilizar las posiciones de sueño para lograr una buena postura no sirve de nada si vuelves a adoptar una mala postura cuando te despiertas.
Intenta mantener alineadas las orejas, los hombros y las caderas:
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