Dormir bien es posible si eliges las almohadas viscoelásticas adecuadas, pero también cuando aprendes a cuidarlas. Son piezas delicadas y, si se mojan, necesitas actuar con rapidez para conservar su forma y alargar su duración.
En este artículo, aprenderás cómo secar una almohada viscoelástica sin dañarla, siguiendo pasos fáciles que puedes hacer en casa. Además, descubrirás errores que debes evitar y consejos prácticos para que se conserve siempre en buen estado.
La viscoelástica es un material muy sensible a la humedad. Cuando absorbe agua en exceso, pierde la capacidad de adaptarse a tu cuerpo y puede deformarse. Asimismo, una almohada mojada es un ambiente perfecto para el moho, aumentando el riesgo de alergias o molestias respiratorias.
Si la proteges bien, puede acompañarte entre tres y cinco años. Pero, si se humedece seguido, su vida útil se reduce. Por eso, es importante conocer las maneras correctas de secar una almohada para que disfrutes de un descanso cómodo y saludable.
Si tu almohada se moja, no pierdas el tiempo. Cuanto antes elimines el agua, más fácil será recuperarla y mantenerla libre de bacterias. A continuación, te presentamos 7 pasos que debes seguir para secar una almohada viscoelástica de manera adecuada:
Quita la funda o el protector y lávalos sin problema. La espuma, en cambio, requiere que seas cuidadoso. Por eso, llévala al lavadero y presiona con las manos para sacar el exceso de agua. Hazlo despacio, sin retorcerla, para no romper el material.
Después, envuelve la almohada con toallas secas y presiona diferentes zonas. Ten en cuenta que debes cambiarlas cada vez que se humedezcan. De esta manera, reducirás el tiempo de secado y ayudarás a mantener la superficie uniforme.
Coloca la almohada bajo la luz directa del sol o cerca de una ventana iluminada. El sol ayuda a eliminar la humedad y a reducir bacterias. Sin embargo, evita ponerla sobre radiadores o fuentes de calor, pues la espuma puede deformarse.
Si el clima no ayuda, usa un ventilador. El aire en movimiento acelera la evaporación y evita que la humedad quede atrapada dentro. Te recomendamos que coloques la almohada sobre una superficie elevada para que reciba ventilación por ambos lados.

El secado de una almohada viscoelástica requiere paciencia. Cuando no está demasiado mojada, puede estar lista en unas 12 horas. En cambio, si absorbió bastante agua, podría necesitar hasta un día completo. Para comprobarlo, presiona la superficie con la mano y, si recupera su forma de inmediato, ya está seca.
Cuando se seque, espolvorea bicarbonato en la superficie y deja que actúe al menos una hora. Luego, retíralo con la aspiradora para que quede fresca y sin olores.
Por último, agítala despacio. Esto ayudará a que recupere volumen y a que la espuma se distribuya de manera uniforme después del secado.
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Aunque quieras resultados rápidos, hay prácticas que dañan la espuma y reducen su vida útil. Estos son los errores más frecuentes que debes evitar:
Con un poco de paciencia y los pasos adecuados, tu almohada quedará seca y lista para usarse sin riesgos.
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No, a menos que el fabricante lo indique. El calor o incluso los programas de aire frío pueden deformarla.
Depende de la cantidad de agua. Si está apenas húmeda, bastan unas 12 horas. Si se empapó, puede necesitar 24 horas. Para acelerar el proceso, alterna entre la luz solar y la ventilación, girándola de vez en cuando.
Presiona diferentes zonas. Si recupera su forma enseguida, está lista. Del mismo modo, puedes apoyar un papel absorbente sobre la superficie y, cuando el papel permanezca seco, sabrás que ya está lista para usarse.
Cuando la espuma presenta hundimientos o se deshace, no podrás recuperarla. Lo mejor es reemplazarla, ya que perdió su soporte original.
Usa protectores impermeables y transpirables, ventila el cuarto con frecuencia y evita beber líquidos en la cama. De igual manera, procura no dejarla cerca de ventanas abiertas cuando llueve.
Ahora ya sabes la forma correcta de secar una almohada viscoelástica sin dañar su estructura. Siguiendo pasos simples como escurrir con cuidado, usar toallas absorbentes, aprovechar el sol y mantener buena ventilación, tu almohada quedará libre de humedad y en perfectas condiciones.
Al tenerla en buenas condiciones, prolongarás su duración y mejorarás la higiene de tu sueño. De este modo, lograrás noches más cómodas y frescas, con la tranquilidad de saber que tu almohada estará siempre lista para acompañarte.
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