Comprar un colchón adecuado para tu tipo de sueño puede ser mucho más importante de lo que se piensa. La mayoría de las personas saben de primera mano que el sueño afecta a su estado mental. Después de todo, por algo se dice que alguien de mal humor «se ha levantado con el pie izquierdo».

Resulta que hay algo de verdad detrás de este dicho coloquial. El sueño está estrechamente relacionado con la salud mental y emocional, y se han demostrado vínculos con la depresión, la ansiedad, el trastorno bipolar y otras afecciones. Entonces, ¿cómo se relaciona el sueño y la salud mental? A continuación, te lo explicamos todo, ¡sigue leyendo!

¿Cómo se relaciona el sueño y la salud mental?

La actividad cerebral fluctúa mientras dormimos, aumentando y disminuyendo durante las distintas fases que componen el ciclo del sueño. Cada etapa desempeña un papel en la salud del cerebro, ya que un buen descanso por la noche mejora el pensamiento, aprendizaje y memoria.

Diversas investigaciones han descubierto que la actividad cerebral durante el sueño tiene profundos efectos en la salud emocional y mental, ya que un descanso adecuado y suficiente facilita el procesamiento cerebral. Durante el sueño, el cerebro trabaja para evaluar y recordar pensamientos y sucesos de la vida diaria.

Por ello, la falta de sueño es perjudicial para la consolidación del contenido emocional positivo. Esto puede influir en el estado de ánimo y la reactividad emocional, por lo que está relacionado con los trastornos mentales y su gravedad, incluido el riesgo de ideas o comportamientos suicidas.

Como resultado, la visión tradicional sobre si los problemas de sueño son un síntoma de trastornos de salud mental, está siendo cada vez más cuestionada. Por el contrario, cada vez está más claro que existe una relación bidireccional entre el sueño y la salud mental, en la que los problemas al dormir pueden ser tanto causa como consecuencia de los problemas de salud mental.

¿Cuáles son los problemas de salud mental causados por un mal sueño?

El modo en que el sueño y la salud mental están entrelazados se hace aún más evidente al revisar lo que se sabe sobre cómo el sueño está ligado a una serie de afecciones específicas de salud mental y trastornos del neurodesarrollo.

  • Depresión

  depresion

Se calcula que más de 300 millones de personas en todo el mundo padecen depresión, un tipo de trastorno del estado de ánimo caracterizado por sentimientos de tristeza o desesperanza. Alrededor del 75% de estos casos presentan síntomas de insomnio, así como somnolencia diurna excesiva e hipersomnia, es decir, duermen demasiado.

  • Trastorno afectivo estacional

El trastorno afectivo estacional es un subtipo de depresión que afecta con mayor frecuencia a las personas durante las épocas del año con menos horas de luz, como el otoño y el invierno. Este trastorno está estrechamente relacionado con la alteración del reloj biológico interno de una persona, el cual ayuda a controlar múltiples procesos corporales, incluido el sueño.

  • Ansiedad

ansiedad

Este trastorno genera un exceso de miedo o preocupación que puede afectar a la vida cotidiana y crear riesgos de problemas de salud, como cardiopatías y diabetes. Las investigaciones indican que dormir mal puede activar la ansiedad en personas con alto riesgo de padecerla.

¿Cómo mejorar el sueño y la salud mental?

Los trastornos mentales pueden alterar el sueño, y la falta de sueño puede afectar a la salud mental. Esta relación polifacética crea conexiones complejas entre el sueño y los trastornos psiquiátricos, pero también significa que el tratamiento de ambos problemas puede ir de la mano.

Por tanto, una forma de mejorar el descanso nocturno es cambiando tus hábitos nocturnos. Una causa común de los problemas de sueño es una higiene del sueño deficiente. Reforzar la higiene del sueño cultivando hábitos y un entorno en el dormitorio que favorezcan el descanso puede contribuir en gran medida a reducir las interrupciones durante la noche.

Pero, ¿qué hábitos o rutinas de sueño debemos adoptar? A continuación, te presentamos algunos ejemplos de medidas que pueden adoptarse para tener unos hábitos nocturnos más saludables:

  • Acostarse a una hora fija y mantener un horario de sueño estable.
  • Encontrar formas de relajarse, por ejemplo con técnicas de relajación, como parte de la rutina habitual antes de acostarse.
  • Evitar el alcohol, el tabaco y la cafeína por la noche.
  • Atenuar las luces y guardar los dispositivos electrónicos durante una hora o más antes de acostarse.
  • Hacer ejercicio con regularidad y exponerse a la luz natural durante el día.
  • Maximizar la comodidad y el apoyo, mediante la elección del tamaño del colchón correcto, así como buenas almohadas y ropa de cama.
  • Bloquear el exceso de luz y sonido que pueda interrumpir el sueño.

Encontrar las mejores rutinas y la mejor disposición del dormitorio puede requerir algunos intentos fallidos para determinar qué es lo mejor para ti, pero al final de ese proceso puedes lograr encontrar la forma de conciliar el sueño rápidamente y a permanecer dormido durante toda la noche.

Como ves, los problemas para dormir están estrechamente relacionados con la salud mental. Por ello, es fundamental obtener la mayor comodidad al momento de conciliar el sueño. ¡Esperamos que esta información te haya sido de ayuda!

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