No hay nada mejor que tomar una siesta y la sensación refrescante al despertarse de ella… Pero, ¿cuánto debe durar una siesta para ser perfecta? Y, ¿cómo logramos sacarle provecho?
A continuación, en Paraíso no solo te ofrecemos los mejores colchones, también te daremos algunos consejos para mejorar tu siesta.
Nos ha pasado a todos: una corta y dulce siesta se convierte en un sueño profundo, lo cual conlleva problemas para dormir en la noche. Ahí encontramos la gran diferencia entre dormir y tomar una siesta. Las siestas se encargan de recargar tu energía temporalmente, mientras que dormir te da un reinicio completo.
Las diferencias más notorias entre dormir y tomar una siesta son la duración y los ciclos de sueño. Cuando duermes, tu cerebro pasa naturalmente por cuatro etapas del sueño. En cada etapa se viaja a través del sueño ligero, el sueño profundo y la fase REM, los cuales se repiten en intervalos de 90 a 110 minutos.
Ya que el objetivo de una buena siesta es reenergizarte, una siesta de duración adecuada asegura que no llegues a la fase REM o etapa de sueño profundo, y que en su lugar te mantengas en la fase de sueño ligero. ¡Una siesta de 10 a 20 minutos es lo que necesitas!
Probablemente planifiques tus siestas según el tiempo que tengas disponible, pero en lugar de dejar la pregunta de “¿cuánto debería durar mi siesta?” en manos de un horario incierto, adhiérete a los horarios recomendados por los expertos y pregúntate: ¿cuál es el rango de sueño adecuado para ese horario?
Según la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos (NSF), la mejor duración de la siesta para los adultos es de 20 o 90 minutos, y aquí explicamos por qué:
Las siestas de 10 a 20 minutos también son conocidas como siestas poderosas. Estas siestas cortas te permiten despertar fresco, con energía y alerta. Además, tienen un impacto mínimo o nulo en el sueño nocturno, por lo que puedes ir a dormir a tu hora habitual sin dificultad alguna.
Las siestas de 90 minutos te permiten pasar por todas las fases del sueño evitando la inercia del sueño, ya que no te despiertas durante el sueño profundo. Estas siestas pueden hacerte sentir completamente rejuvenecido y con más energía para continuar el día.
Los expertos del sueño descubrieron que una pequeña siesta puede ser beneficiosa para tu cuerpo y mente. Una buena siesta al mediodía puede ponerte más alerta, alivia el estrés y mejora tus habilidades cognitivas y tu estado de ánimo.
Uno de los beneficios más significativos de tomar una siesta es el incremento del sentido de alerta que obtienes luego de un muy necesario descanso.
Estudios demuestran que las personas que toman siestas a media tarde se despiertan con un impulso de energía similar al que uno experimenta luego de beber café o alguna bebida energética, sin necesidad de consumir cafeína.
La falta de sueño es un problema frecuente que puede llevar consigo una serie de efectos negativos a corto y largo plazo.
Una de las desventajas más perjudiciales es el estrés. Aunque el cuerpo humano está programado para manejarlo, la preocupación constante y la tensión pueden ponerte en riesgo de sufrir innumerables problemas de salud, incluyendo ansiedad, depresión, enfermedades cardíacas y deterioro de la memoria. ¡Con una siesta puedes evitarlo!
Aunque te sientas aturdido y mentalmente agotado durante la siesta, es probable que despiertes más alerta y astuto. Tomar una siesta puede aumentar la flexibilidad cognitiva, mejorar la concentración y aumentar la capacidad del cerebro para procesar y almacenar información.
Además de sentirse renovado y listo para afrontar el resto del día, una buena siesta puede elevar tu estado de ánimo. Estudios demuestran que tomar una siesta puede aumentar la tolerancia a la frustración, reducir la impulsividad y aumentar la productividad.
Quédate con las dos duraciones de siesta recomendadas: 20 minutos o 90 minutos. Si te sientes demasiado cansado, puede ser difícil limitar tu sueño, pero debes hacerlo si quieres despertarte sintiéndote recargado y renovado.
Poner una alarma es de gran ayuda si no estás acostumbrado a limitar tus horas de siesta. Asegúrate de tener en cuenta el tiempo que tardas en conciliar el sueño.
Las siestas largas, especialmente después de las 3 p.m., pueden desorganizar tu horario de sueño nocturno. Lo mejor es tomar una siesta entre la 1 y las 3 de la tarde.
Una de las partes más difíciles de la siesta puede ser conciliar el sueño. Si te cuesta dormir, usa una manta o acurrúcate en un lugar fresco y cómodo. También puedes meditar antes de ir a dormir o usar aceites esenciales para descansar.
¡No olvides que tomar una siesta durante el día no puede sustituir nuestro sueño nocturno! Todos necesitamos 8 horas de sueño cada noche para obtener los verdaderos beneficios de dormir bien.
Ahora ya sabes cuánto tiempo debes dormir la siesta y los grandes beneficios de la siesta del mediodía, ¡recuéstate y disfruta!
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